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lunes, 18 de septiembre de 2017

El último adiós (relatos de una pluma sin tinta)


RELATOS DE UNA PLUMA SIN TINTA.
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El último adiós 
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Cada diecisiete de Septiembre me acerco a la playa , todo sigue igual , nada ha cambiado , el mismo mar donde crecí, , la misma arena húmeda y en la misma orilla donde besabas mis mejillas cada día antes de irte.
Al mirar el horizonte recuerdo cada instante, cada momento de aquel último día, y me abraza un escalofrío que nada tiene que ver con la salada brisa del mar.
Te fuiste como siempre, con la sonrisa en los labios y la mirada fija en mí, nunca olvidaré las palabras que me repetidas una y otra vez subido en la barca alzando la mano y diciéndome adiós.
- Cuida de tu madre hasta que regrese.
Yo, alzaba la mano con el mismo gesto y te repetía continuamente
- Así lo haré papa, así lo haré ,te lo prometo.
Poco después, tu imagen se perdía en el horizonte. y el casto rugir de las olas o el paso de alguna gaviota era lo único que quedaba de aquel adiós diario.
Y e fuiste , te fuiste mar adentro hasta que mis ojos dejaron de verte.
Pasadas las horas el ocaso me llevó de nuevo hasta la playa ,con las nubes en llamas y un sol cansado y mirando de lado , regresé a la orilla; la emoción me ahogaba y el corazón parecía tener prisa en verte llegar.
Los minutos pasaban, y tras los minutos pasaron las horas, yo esperé papa , no sé cuantas horas , pero te esperé, mas tu no llegaste; aquella noche fue tan fría y oscura que te prometo que no la olvidaré jamás mientras viva.
Y volví al día siguiente, y al otro y al otro y así durante mucho tiempo, con la esperanza de verte llegar, pero los años fueron pasando y mi esperanza se secó como también todas las lágrimas que derramé en la arena.
Cada diecisiete de Septiembre , me acerco a la playa papa, con un mensaje encerrado en una botella, y la tiro, la tiro con todas mis fuerzas lo mas lejos posible , quizá un día en alta mar o descansando en una orilla alguien la encuentre y lea - sigo esperándote papa .
Tu cuerpo y tu barca desaparecieron juntos, siguen en algún lugar maldito, lejos del calor y la luz del Sol, pero tu espíritu , tu espíritu quizá esté presente aunque yo no lo vea, y si es así, es que sigues viendo como te espero , y lo seguiré haciendo ! lo juro !, aquí me encontraras cada diecisiete de Septiembre mirando al mar e imaginando que regresas , así lo haré papa, así lo haré hasta el día en que el cielo o el mar no vuelva a reunir para siempre.



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